En un artículo publicado en el diario digital Acento, el poeta y escritor dominicano Rafael Nino, escribió que en toda la historia de la humanidad, las luchas reivindicativas desarrolladas en los pueblos defendiendo causas justas, tienen como signo distintivo el carácter pacífico y un mando organizativo con rostro propio y dirección política pública.
Se producen siempre, además, en son de paz para ganarse la simpatía de los ciudadanos que conforman su contexto social, de cuyo apoyo depende el éxito del proyecto, agregó.
Pero lo acontecido en Cuba con las acciones perpetradas por individuos con perfiles violentos, no guarda relación alguna con lo anteriormente expresado, sino todo lo contrario.
Según el escritor, fue evidente que en los disturbios llenos de anarquía y violencia, gritando muerte, destrucción, linchamiento, anexión, al no tener el apoyo de la población, los actores de los desórdenes, querían destruirlo todo de un sólo golpe y en pocos segundos.
Nino refiere en su texto, que muy pocos realmente, sin fuerza en la voz ni emoción y sin convicción, mencionaron la palabra libertad casi como un encargo del amo. La palabra libertad sin amor es simplemente un entierro sin parientes ni vecinos.
Algo quedó claro, y es que detrás de lo ocurrido hay una estrategia definida para crear hechos de violencia, aunque los autores no presenten públicamente sus rostros, expresó.
Asimismo, puntualizó que junto a los violentos participaron ciudadanos con perfiles distintos y partidarios del gobierno afectados por los problemas económicos y aumento de la pandemia, producto del bloqueo.
Sin dejar de destacar que ‘como dijimos anteriormente, las redes sociales operaron al más alto nivel desde Miami, utilizando, en el marco de las noticias falsas, imágenes de eventos ocurridos en otros países como Egipto, Grecia, e incluso de episodios de la propia Revolución cubana en tiempos pasados.
Finalmente, señaló: ‘debemos añadir a todo lo anterior, el hecho de que el bloqueo contra Cuba fue recrudecido en plena pandemia y el país fue incluido injustamente en una lista de países terroristas’.
Mientras el pueblo cubano respalda a su gobierno y autoridades, crece paralelamente el movimiento de solidaridad internacional con la isla y de condena a los intentos de desestabilización a esa nación, afirmó el intelectual.
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