El Ministerio de Comercio Exterior de Cuba había firmado un contrato muy importante (1995) con una planta sudafricana de productos químicos en la ciudad de Durban ubicada en la costa oriental del país. Los productos garantizaban en gran medida la eliminación de las malas hierbas que nacen dentro de los cañaverales.
Sucedió que la gigantesca transnacional estadounidense Dow Chemicals compró la mencionada planta sudafricana y de inmediato canceló las exportaciones acordadas con Cuba, acogiéndose a las leyes del bloqueo; más aún, los nuevos dueños ordenaron que varios contenedores ya rumbo a Cuba en el Atlántico debían retornar al puerto europeo de donde habían salido y así se hizo.
Nuestra Embajada en Pretoria recibió la instrucción de echar la pelea tomando en cuenta la existencia del contrato en vigor firmado con la planta sudafricana. Las acciones fueron muchas pero las obviamos por cuestión de espacio.
El presidente Mandela y su vicepresidente Thabo Mbeki conocieron sobre el asunto por el Jefe de la Misión de Cuba en ese país.
Algún tiempo después el entonces presidente Bill Clinton realizó una visita oficial a Sudáfrica y dos días más tarde el vicepresidente Thabo Mbeki le narró al Embajador cubano lo siguiente:
‘El presidente Mandela me pidió que en la conversación privada con Clinton yo debía explicar el asunto porque lo conocía en mayor detalle. Cuando terminé mi narrativa al presidente norteamericano este comenzó a responder de manera indirecta, haciendo que Mandela perdiera la paciencia e interrumpiera a Clinton. Con voz firme le dijo:
[Sr. Presidente, si las autoridades norteamericanas no le hayan una solución al problema que usted acaba de escuchar, que sea aceptable para la parte cubana, va a ser muy difícil que las compañías de su país encuentren las puertas abiertas para nuevas inversiones en Sudáfrica…]’
Ante la posición de principios revolucionarios y solidarios de Mandela con el pueblo que entregó incluso la sangre de sus hijos en lucha altruista contra el ejército del crimen de lesa humanidad que fue el sistema de apartheid, el hombre que firmó la Ley Helms-Burton se vio obligado a ceder. El asunto se resolvió discretamente a favor de Cuba. Los comentarios huelgan.
ga/adf
(*) Primer embajador cubano en Sudáfrica y vicepresidente de la Asociación de Amistad Cubano Africana (AACAF). Tomado de forma resumida del libro ‘De la Sombra de un Mamoncillo a las Grandes Pirámides’