Al intervenir en el espacio radial y televisivo Mesa Redonda, la vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba, Rosa Miriam Elizalde, dijo que ese entramado forma parte de una nueva arquitectura que utiliza a cada actor con roles específicos.
Según explicó, los medios tradicionales ocupan un papel central en dicha estrategia, pues son los grandes amplificadores de los contenidos y legitiman las noticias.
La periodista destacó el trabajo con las emociones y las percepciones en plataformas como Facebook, en las cuales hay campañas para grupos específicos, y refirió la existencia de un discurso de odio con el fin de manipular a las personas.
De acuerdo con la experta, todo es producto de investigaciones, inteligencia artificial, Big Data, con diseño de laboratorios, y recordó cómo incluso existen herramientas para pronosticar los estallidos sociales a partir de las disertaciones en las redes sociales Facebook y Twitter.
El uso de las fake news contra Cuba, con el fin de crear confusión, fue brutal, sobre todo cuando las protestas en puntos de la isla no llegaron más allá del 11 de julio pasado y fue necesario amenizar la narrativa y reciclar noticias falsas, aseguró.
Elizalde hizo énfasis en que la nación caribeña está bajo las presiones de una guerra simultánea: mediática, simbólica, económica, política, conectado todo por la revolución tecnológica.
En ese espacio informativo trascendió que las agresiones están a tono con los manuales de guerra no convencional de Estados Unidos, que utilizan a la subversión y la articulación entre plataformas digitales y medios de comunicación para socavar el poder del Gobierno y mostrar que este es incapaz de ejercer su función.
La decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Hilda Saladrigas, precisó que en ese accionar lo simbólico constituye un elemento central, así como el manejo de los hechos para establecer construcciones, en lo cual lo visual tiene un gran peso.
‘Es fácil montar y desmontar la realidad’, y en ello intervienen la gráfica, la edición y el montaje, apuntó.
Las expertas coincidieron en que el hecho de que Cuba fuera blanco de este tipo de agresiones fue pedagógico, pues frente a dichos mecanismos las personas aprenden a no ser manipuladas.
Insistieron en la importancia de desarrollar un pensamiento crítico y de tener clara la identidad de los nacidos en el territorio insular.
Lidiamos con sistemas de inteligencia artificial y Big Data, pero no han podido con un pueblo organizado y cohesionado, concluyeron.
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