El jefe del grupo de trabajo de la Asamblea Nacional belarusa sobre cooperación con el parlamento cubano, denunció que Washington continúa en sus intentos de cambiar gobiernos de izquierda y comunistas en América Latina como hizo en Venezuela, Bolivia y Ecuador.
‘Hay un patrón general: hoy, las acciones de Estados Unidos están dirigidas contra aquellos estados que han construido sus políticas sobre altos estándares de seguridad social para la población’, escribió.
Comentó que en el caso de la isla caribeña aprovecharon las dificultades generadas por el bloqueo económico, comercial y financiero, el impacto de la pandemia de Covid-19, además de la caída de la industria turística, una de sus principales fuentes de ingreso.
Recordó que entre mayo y septiembre de 2020, Belarús sufrió acciones desestabilizadoras cuando se utilizó por primera vez la pandemia de Covid-19 ‘para politizar la sociedad y formar una infraestructura de protesta, y luego para organizar disturbios con una agenda política’.
El legislador enfatizó que en su país también las redes sociales se utilizaron para operaciones subversivas similares a las que se están implementando con Cuba.
Explicó que en su país usaron Telegram. ‘Fue con la ayuda de este mensajero que se coordinaron acciones callejeras, planes de disturbiosy rutas de tráfico’, aclaró.
Narró cómo se usaron para organizar homicidios, publicar datos personales de policías y simpatizantes de las autoridades, entre otras acciones. Señaló que a tales convocatorias se sumaron delincuentes que ganaron algo de dinero durante los disturbios.
Según las investigaciones, en Belarús hubo financiamiento directo para grupos criminales, con pagos de 100 a 200 dólares por la publicación de reportajes fotográficos y videos sobre una acción (incendio de un automóvil, un edificio, un ataque a un oficial de policía).
El político consideró obvio que la Agencia Central de Inteligencia estadounidense podría llevar a cabo acciones similares contra la nación caribeña a través de los sectores reaccionarios de la emigración cubana en Estados Unidos.
‘En cuanto al contenido político de las protestas (consignas, demandas), durante la preparación del golpe, los programas nunca se publican especialmente para no dividir el movimiento de protesta’, alertó Klishevich.
Advirtió que este es un ‘truco típico de todas las revoluciones de color’, y en casos extremos se limitan a frases generales sobre ‘libertad’ y ‘democracia’.
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