Evidenciamos la falta de roce. No fue buen día, y solo nos resta seguir trabajando, comentó en exclusiva a Prensa Latina Bárbaro Oliva, comisionado nacional de la disciplina en la isla.
Sin público en las gradas del Gimnasio Metropolitano de Tokio, Daniela Fonseca (19 años) cedió 0-4 en su primera presentación ante la australiana Jian Fang Lay (48), en un cásico duelo entre juventud y experiencia.
Ella tiene que trabajar más en la concentración. Es bastante joven, pero debe perfeccionar su juego para darle más gloria a nuestro tenis, agregó Oliva, quien observó desde las gradas cómo cualquier sueño se desvaneció en apenas dos horas y 30 minutos.
Fonseca y Jorge Moisés Campos unieron sus esfuerzos en la lid mixta, pero los alemanes Patrick Franzixka y Petrissa Solja no tuvieron clemencia en un partido que finalizó 4-0, con parciales de 5-11, 7-11, 8-11 y 7-11.
No se encontraron en la mesa, indicó sobre la actuación del binomio antillano. Vienen ahora momentos de perfeccionamiento, porque estos son los Juegos Olímpicos y el nivel es muy alto, argumentó.
Por su parte, Campos, quien estuvo hace cinco años en Río de Janeiro, comentó que faltaron esos pequeños detalles que crean la diferencia y significan mucho a la hora de de inclinar las balanzas.
Creo que pudimos hacer más. Tengo tiempo para mejorar y la idea es luchar en el futuro, refirió, en tanto, Fonseca, quien obtuvo su clasificación en el preolímpico de Rosario, Argentina.
De esta manera, Cuba no pudo mejorar su mejor actuación histórica, alcanzada en la citada ciudad brasileña, cuando el singlista Andy Pereira logró el primer y único éxito en el tenis de mesa bajo la silueta de los cinco aros.
Empero, el retorno del sector femenino devino grata noticia, pues la última presencia databa de Sídney 2000, cuando compitieron Maricel Ramírez (individual-doble) y Leticia Suárez (doble).
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