Apenas tenía 12 años de edad, cuando en 1960 un memorándum con la firma de Mallory (Lester D. Mallory), entonces vice secretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, plasmó los objetivos mezquinos de Washington, contó la diplomática.
Han pasado más de seis décadas, y sus nietos padecen ahora la misma situación que ella conoció en la infancia debido a los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero, dijo la funcionaria, quien esbozó mediante sus experiencias familiares el impacto humano de la política norteamericana.
Armenteros resumió así un foro online en el que cubanos y angoleños condenaron las agresiones de la potencia norteña y celebraron la historia de lucha de esa nación caribeña, en ocasión de conmemorarse este 26 julio el aniversario 68 de los ataques a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Aquellas acciones militares del 26 de julio de 1953 inspiraron la insurrección popular, coronada con el triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959, recordó.
Desde el Norte se le hace la guerra a Cuba porque quieren matar el ejemplo de un país pequeño capaz de proveer justicia y bienestar a su pueblo por el camino del socialismo, refirió la embajadora.
La representante estatal lamentó el endurecimiento de las sanciones en tiempos de la Covid-19 y el uso oportunista de las carencias materiales de los cubanos para incentivar actos vandálicos y de desobediencia civil, impulsados desde el exterior y con el apoyo financiero de Washington.
Armenteros agradeció la solidaridad del pueblo y el gobierno de Angola y destacó los mensajes de felicitación enviados a las autoridades de su país en ocasión de la efeméride del 26 de julio, inscrita como el Día de la Rebeldía Nacional.
Por la asociación de exestudiantes angoleños graduados en la Isla, Nuno Francisco apreció la preparación recibida y el apoyo incondicional a las causas del pueblo cubano, pues siempre ‘estaremos juntos’.
Mientras integrantes de la misión estatal de la nación caribeña enaltecieron el legado de Fidel Castro, el líder histórico de la revolución cubana, cuya prédica anima el desempeño aquí de médicos, enfermeros, maestros, constructores y otros profesionales, sustentaron los internautas.
Desde el punto de vista territorial, el archipiélago cubano es apenas un chispazo de tierra en el mar Caribe, pero enorme ‘por el prestigio ganado a fuerza de coraje y altruismo, con la solidaridad y el internacionalismo a flor de piel y la alegría de vivir en un país libre y soberano’, sintetizó la colaboradora Yeiquis García.
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