El evento virtual organizado por la embajada cubana en esta nación andina, reunió a representantes de organizaciones sociales y políticas, funcionarios de la misión diplomática y personas solidarias y agradecidas con el archipiélago.
La cita fue espacio para evocar el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, gesta que marcó el inicio de la lucha contra la dictadura vigente entonces y trazó el sendero hacia el triunfo de la Revolución cubana, el 1 de enero de 1959.
‘Las acciones del 26 de julio tuvieron una gran trascendencia en el país y en el continente. Aquellos jóvenes representaban las aspiraciones libertarias y redentoras de las masas oprimidas de la América nuestra’, sentenció el presidente de la Coordinadora Ecuatoriana del Movimiento de Amistad y Solidaridad con Cuba, Milton Chamorro.
A nombre de la Cátedra Fidel Castro, René Mauget señaló que de esa gesta salieron enseñanzas valiosas para la organización del movimiento revolucionario y la fase insurreccional hasta llegar al triunfo, encabezado por el líder histórico, Fidel Castro.
De su lado, Rafael Nodarse, presidente de la Asociación de Cubanos Residentes en Ecuador, aseguró que este es momento de reafirmación, cuando la nación enfrenta una guerra no convencional, mediante la subversión, amenazas, pedidos de intervención militar por parte de apátridas y campañas de desinformación en las redes sociales.
El embajador cubano en Ecuador, Rafael Dausá, explicó el contexto en el cual ocurrieron los eventos de 1953, que, a su juicio, proporcionaron un programa de liberación nacional, aglutinador de los distintos sectores sociales e impulsor de abrir las puertas del socialismo.
‘Para los revolucionarios cubanos es un reto ineludible y un compromiso histórico preservar y perfeccionar de manera significativa nuestro proyecto político-social’, enfatizó.
En esa línea, hizo referencia a incidentes reportados recientemente en Cuba, resultantes de un plan orquestado, financiado y lanzado desde Estados Unidos, para ejercer presión y provocar un estallido social en medio de la lucha contra la Covid-19 y la agudización del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el país norteño por más 60 años.
Dausá insistió en que las dificultades existentes en Cuba serán solucionadas en el interior del país, sin permitir injerencia y ratificó el compromiso irrevocable de no defraudar la confianza depositada en la Revolución por numerosos pueblos del mundo.
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