Después de convocar a través de redes sociales con anuncios de que asistirían diputados, medio centenar de cubanos llegaron la víspera (sin legisladores) hasta el parque Belisario Porras y fueron segregados por la Policía al extremo Este de la plaza, a unos 100 metros de la sede diplomática.
Escoltada por un centenar de panameños pertenecientes a organizaciones solidarias con la nación antillana y algunos uniformados, la casona que alberga a la representación de la isla quedó intacta de las pretensiones agresivas, cuyo plan divulgado por los propios ejecutantes era lanzar objetos contra el edificio.
El ‘show’ de forma irónica lo compararon con el topón de Calle Arriba y Calle Abajo, en alusión a los carnavales en varias ciudades del interior del país, donde barrios rivales se gritan de esquina a esquina, sin que nada tenga mayores consecuencias.
En el lado opositor a Cuba, se percibió la repetición de las mismas consignas, algunas obscenas, que usan en cada manifestación de este tipo, ausente de tesis; en cambio, del lado de los solidarios panameños hubo importantes pronunciamientos que neutralizaron a los manifestantes.
Después de más de tres horas de confrontación verbal a distancia, una joven panameña tomó el micrófono y acusó a los cubanos opositores de ‘desestabilizar políticamente’ a Panamá, con la tolerancia de las autoridades y anunciaron acciones penales por tales hechos, de los cuales responsabilizaron a quien pareciera la líder del grupo.
Agregó la oradora que conocían del estatus migratorio irregular de algunos de los presentes, mientras el resto violaron su condición de permanencia en el territorio nacional, durante el cual no pueden participar en actividades políticas, menos aún asediar una embajada y culpó de ello al gobierno.
Las primeras palabras provocaron un silencio momentáneo de sus oponentes que respondieron con las mismas consignas, mientras el grupo comenzó a disolverse y en unos minutos solo quedaba el audio sobre un vehículo y algunas personas a su alrededor.
Entre los instigadores de tales hechos reiterados en los últimos días, se destaca un youtuber cubano, que llegó a Panamá recientemente, quien es apoyado públicamente por una diputada, mientras en las redes sociales habitualmente hace llamados a la violencia en Cuba y al parecer por temores se presentó al lugar con un escolta personal.
En contraposición, el popular canal de Youtube conocido como Guajirito Citadino, trasmitió en vivo las casi cuatro horas de la controversia, mientras en el chat asociado los conectados trasmitían mensajes de apoyo a la defensa de la isla y de agradecimiento a los panameños solidarios.
Desde la central provincia de Veraguas, un médico que estudió en Cuba escribió:
‘Mis respetos a todos los compañeros que se mantienen firmes a esta hora en defensa de la sede diplomática cubana en Panamá… Y ojalá esos mercenarios pagados se den cuenta de una vez por todas que aquí en Panamá no llevan chance de hacer showcitos frente a la Embajada y que cada vez que vayan, tendrán la respuesta de los panameños solidarios con la Revolución Cubana’.
Cuando bien entrada la noche los provocadores se marcharon definitivamente, se escuchó una voz entre los sindicalistas que afirmó: ‘libramos una nueva batalla por la solidaridad con Cuba; hemos cumplido’.
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