Defender a la isla, agregó, porque ese pequeño, pero heroico país anclado en las Antillas Mayores del Caribe, está siendo víctima de una nueva y atroz campaña de desestabilización y estrangulamiento económico, por parte del imperialismo norteamericano.
Para Veras, ‘se trata de convertirnos en diletantes de análisis vacilantes que tienden a buscar las causas de la situación actual en supuestos errores de la revolución, freno en el desarrollo de las fuerzas productivas, y otras excusas similares, las cuales tienen como finalidad esencial de obviar u ocultar el origen real de esas dificultades.
Asimismo, explicó a través de las redes sociales, que no es posible hacer una valoración justa de la revolución cubana, sin referirse de manera fundamental y vital al criminal cerco impuesto por los norteamericanos desde el mismo inicio de su revolución, y no simplemente como un ‘factor de la crisis’, o de ‘un discurso político’.
En el pasado año 2020, y en medio de la pandemia, la administración de Donald Trump, aplicó más de 50 sanciones y restricciones al gobierno isleño, imposibilitándolo de esa manera para adquirir los insumos para enfrentar la Covid-19, restricciones las cuales forman parte de las 243 impuestas por él durante su mandato.
El gobierno de los Estados Unidos, tiene que aceptar no es posible someter por la fuerza a quienes no estén de acuerdo con su sistema y modelo de vida; deben aceptar la libre determinación de los pueblos a elegir sus propios caminos, precisó .
Pero a pesar de todo eso, concluyó, Cuba es un faro de luz que ilumina los pueblos del mundo. Sus indudables éxitos en educación, salud, deporte, ciencia, atención a los adultos mayores, a la niñez, en fin, en todas las áreas del quehacer humano, están muy por encima de la totalidad de los países latinoamericanos y de gran parte del mundo.
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