En los 90 kilogramos, Silva, plateado universal en Bakú 2018, cedió en su primera salida ante el turco Mihael Zgank en ‘punto de oro’, tras una técnica de sacrificio que terminó como Waza-Ari en la pizarra electrónica del Nippon Budokan, sede de las lides femenina y masculina.
No logré seguir el ritmo ni obtener el control del combate, afirmó en la zona mixta el monarca de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y principal referente de su país en el caso de los hombres.
Este resultó el segundo fracaso olímpico del joven de 25 años, después de quedar eliminado en su debut en Río de Janeiro 2016, cuando era considerado una gran promesa en el arte marcial.
Pese a todo, el caribeño, múltiple monarca continental, no entró en el plano de las justificaciones: Hay que seguir trabajando y buscar mejor resultados. Tenemos que apretar más y hacer las cosas mejor.
Además, tampoco culpó a las continuas trabas que existieron en el periodo de preparación a causa de contagios a la Covid-19 entre los integrantes del seleccionado de la mayor de las Antillas.
Muchos atletas también llegaron así; tal vez influyó un poco, pero al final el objetivo era buscar un buen resultado y no se logró, refirió a los medios de prensa acreditados en esta disciplina, que tuvo su bautismo de fuego olímpico precisamente en Tokio, en 1964.
De esta manera, Cuba sumó su tercer fracaso en cuatro apariciones en el judo, luego de la eliminación de Magdiel Estrada, en los 73 kilos, y el balance parejo de uno-uno de Maylín del Toro (63).
Ahora, todas las esperanzas están cifradas en Kaliema Antomarchi (78), Andy Granda (más de 100) y la estelar Idalys Ortiz, (más de 78), líder del ranking mundial y bronce en Beijing 2008, oro en Londres 2012 y plata en Río 2016.
Antomarchi, tercera del orbe en Budapest 2017, competirá este jueves, mientras Granda y Ortiz lo harán el viernes, en la jornada conclusiva de los concursos individuales, antes de dar paso a los pareos por equipos.
Hace cinco años en la ciudad de Brasil, el país caribeño solo logró el premio plateado de la supercompleta Ortiz, pero en su historial registra seis títulos, 14 segundas posiciones y 16 terceros escaños, ubicándose como en el sexto lugar en programas de los aros entrelazados.
Héctor Rodríguez, en Montreal 1976, Odalis Revé, (Barcelona 1992), Driulis Gonzaléz (Atlanta 1992), Legna Verdecia y Sibelys Veranes, ambas en Sídney 2000, tienen en sus biografías las otras cinco doradas olímpicas del territorio.
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