Según un comunicado del comité organizador, la última vez que un filme de ese país suramericano compitió en el certamen norteño, inaugurado en 1976 y considerado uno de los más significativos, fue hace 17 años y, desde esa fecha, el mundo del audiovisual es aún más competitivo.
La producción cinematográfica, escrita en 2016 y filmada entre 2017 y 2019, narra la historia de Luisa, de 45 años de edad, tras su regreso de un centro psiquiátrico después de una severa depresión posparto e impedida de continuar con su rol de esposa, madre y dama de la alta sociedad.
De acuerdo con su equipo de realización, el hogar de la protagonista deviene un nuevo espacio de confinamiento donde familiares y empleados dedican tiempo y esfuerzo a intentar que sus arrebatos permanezcan ocultos, similar al encierro físico y psicológico experimentado actualmente por la Covid-19.
Lo invisible prevé una proyección presencial y varias exhibiciones en línea durante el festival organizado del 9 al 18 de septiembre en formato híbrido, modalidad muy popular durante la pandemia, y aspira al estreno en enero de 2022 en las salas de cine de Ecuador.
El filme intervendrá en el apartado Discovery, dedicado a la selección exclusiva de nuevos talentos y descubrimientos del cine mundial, y constituye el segundo largometraje de ficción de Andrade, cuya ópera prima Mejor no hablar de ciertas cosas fue la candidata de su país a los Premios Oscar en 2014.
El Festival Internacional de Cine de Toronto comprende, tradicionalmente, 10 días, con una proyección aproximada de 300 a 400 películas en diferentes categorías y, según la revista Variety en una de sus ediciones de 1998: ‘es el segundo después del de Cannes en términos de presencia de estrellas’.
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