Su centro histórico, considerado un exponente representativo de la influencia de la Ilustración en América Latina y declarado en 2005 Patrimonio de la Humanidad, es además ejemplo de las ideas de modernidad y planteamiento urbanístico del siglo XIX.
Las elegantes cúpulas, fachadas y ornamentos en edificaciones más antiguas confirman la herencia de la única ciudad de la América hispana fundada por franceses bajo el dominio de España.
Más de 40 colonos, fundamentalmente procedentes de Burdeos, al mando de Don Luis De Clouet establecieron la urbe en el centro de Cuba con el nombre de Fernandina de Jagua el 22 de abril de 1819.
El paso del tiempo y el crecimiento de la ciudad no borraron el ambiente tradicional y el valor de sus construcciones que integraron, por el contrario, un conjunto de antiguos y nuevos edificios con la unidad ambiental que identifica actualmente a la Perla del Sur.
Cienfuegos mantiene además la impronta francesa en la toponimia de algunas calles, arquitectura de edificaciones de estilos art nouveau, art déco y neoclásico.
El Parque Martí con su Arco de Triunfo; el hotel La Unión con su vitrina de estilo neoclásico; los sepulcros de fundadores y sus herederos en los cementerios de Reina y Tomas Acea; y las familias descendientes con apellidos galos demuestran también la presencia de esa cultura europea en la cienfueguera.
La estilización de las costumbres en útiles domésticos, técnicas de tejido, vajillas, hábitos alimentarios, así como en elementos de la identidad citadina, el escudo y la bandera locales confirman a Cienfuegos como una ciudad francesa en el Caribe.
mem/ebr