De acuerdo con un artículo científico, las vacunas intramusculares provocan una respuesta inmunitaria sistémica de prolongada duración y un amplio repertorio de células de memoria central, las cuales defienden al organismo contra patógenos, una vez que guardan sus códigos constituyentes.
Mientras, las variantes intranasales funcionan como refuerzos para la activación de inmunidad en las mucosas ubicadas en el tracto respiratorio, puerta de entrada de este virus y donde comienza la infección.
En comparación con las intramusculares, las vacunas administradas por la vía respiratoria proporcionan dos capas adicionales de protección.
Por un lado, la inmunoglobulina A -primera línea de defensa mediante la inhibición del enlace del virus a las células epiteliales-, y por otro, las células B y T de memoria ubicadas en la mucosa respiratoria, proporcionando una barrera efectiva contra la infección en esos sitios, explica el estudio.
Si el contagio con el virus ocurriera, las mismas células B y T responderían más rápido que las células de memoria sistémica, lo cual impediría la replicación viral y reduciría la trasmisión.
Sin embargo, por un asunto de duración de respuesta inmunitaria, las vacunas intranasales necesitan equilibrar el objetivo de inmunidad local en el tracto respiratorio, con la longevidad del efecto sistémico que produce una intramuscular.
Según el texto, solo siete de las casi 100 fórmulas contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, en ensayos clínicos actualmente, utilizan la vía intranasal.
Una de ellas es Mambisa, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba, y aprobada el pasado 13 de julio por la entidad regulatoria de la isla para el ensayo clínico fase I/II en convalecientes, con el propósito de evaluar seguridad e inmunogenicidad.
Fueron incluidos en tal estudio 120 voluntarios entre 19 y 80 años, con al menos dos meses de haber sido dados de alta epidemiológica.
La primera etapa incluye cuatro grupos, en los cuales se analiza la funcionalidad de la administración por spray nasal y por gotas nasales del candidato vacunal.
En el mismo proceso está empleándose también la vacuna cubana (intramuscular) Abdala, primera desarrollada en Latinoamérica, que demostró en su ensayo fase III con tres dosis una eficacia del 100 por ciento para prevenir la gravedad y muerte por Covid-19, y 92,28 por ciento frente a la enfermedad sintomática.
oda/ghp