Compositor y guitarrista, Ñico Saquito nació el 13 de febrero de 1901, en Santiago de Cuba y murió el 4 de agosto de 1982.
En declaraciones a Prensa Latina, su nieto, Alejandro Fernández, informó acerca de la creación del Septeto Tradicional con el nombre del Rey de la Guaracha y el objetivo de promover un legado de unas 548 composiciones, en las cuales incursionó en los más diversos géneros.
Indicó el también representante de la agrupación que hace menos de un año emprendieron este empeño, en el que toman parte músicos profesionales, quienes ya finalizaron un primer demo promocional, para salir por la Distribuidora Digital Best Music Record, radicada en México.
Explicó Fernández que debido a las restricciones impuestas por la Covid-19 han realizado presentaciones mediante las redes sociales de Internet.
Entre las recientes incursiones en la obra de uno de íconos de la picaresca musical en Cuba, mencionó el disco La retroguaracha, a cargo del grupo La Barbarie Semiótica, liderado por Ray Fernández y muy a tono con la cuerda simpática y desenfadada de Ñico Saquito.
Aludió también a la pieza Ni hablar del peluquín, en la producción discográfica El regreso, del venezolano José Luis Rodríguez, ‘El Puma’.
Especial realce confirió al fonograma homenaje De mi viejo Santiago, creado por el Septeto Ecos del Tivolí y merecedor de un premio Cubadisco, que incluye esa obra homónima, considerada el testamento musical del juglar.
Fueron varias las composiciones que alcanzaron notoriedad dentro y fuera del país, en especial Camina como Chencha, la gambá; María Cristina me quiere gobernar; Compay Gallo, y otras que en las voces y guitarras del trío mexicano Los Panchos resultaron muy populares.
Nacido en esta ciudad, el mecánico fundidor, devenido pelotero con una especial habilidad para atrapar la bola como center field, que le granjeó el sobrenombre, y sobre todo músico autodidacta, se ganaba parte del sustento en bares y cantinas de la urbe acompañado por la guitarra.
Junto a otros entre los que sobresale el holguinero Faustino Oramas, El Guayabero, también fallecido, Ñico Saquito cultivó principalmente la guaracha, con tintes de doble sentido y una ingeniosa jocosidad que calaba en el gusto del público.
Durante nueve años, Benito Antonio Fernández Ortiz permaneció en Venezuela, fue asiduo durante buen tiempo a la popular Bodeguita del Medio, en La Habana, y creó el cuarteto Compay Gallo, nombre escogido tras la popularidad que alcanzó esa pieza en voz del insigne trío Matamoros.
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