Solo un día después que las autoridades dieran un ultimátum de que los permisos de trabajo se suspenderían si los asesinatos de taxistas se reiniciaban, un chofer afiliado a Codeta fue ultimado a tiros en la parada de taxis de Joe Slovo en Milnerton, Ciudad del Cabo.
No obstante, esa asociación afirmó que el tiroteo no tuvo nada que ver con la disputa sobre la ruta B97 que mantiene con Cata.
El diferendo de larga data entre las dos asociaciones de taxis rivales de Ciudad del Cabo ha llevado recientemente al cierre de la ruta entre Bellville y Paarl.
La víspera el ministerio de Transporte dio un ultimátum a los operadores para que mantengan la paz, o se tomarían acciones para suspenderles todos los permisos de ruta.
Ambas partes están de acuerdo en mantener un alto el fuego, comprometidas con el proceso. La muerte de conductor es únicamente consecuencia de una disputa interna, dijo el presidente de la entidad reguladora Santaco Western Cape, Nazeen Abdurahman.
De acuerdo con el funcionario, alrededor de 10 mil operadores de taxis enfrentan incumplimientos en los pagos de sus vehículos y otros gastos como resultado de al menos un mes de interrupciones.
Si se contabilizan los hechos violentos ocurridos desde inicios de 2021, acorde con cifras ofrecidas por la Policía, suman más de 85 las personas muertas en toda la provincia de Western Cape a causa de diferendos entre Codeta y Cata.
Esta semana Zwelinzima Vavi, secretario general de la Federación Sudafricana de Sindicatos (SAFTU), explicó que existen muchos factores interconectados que provocan los actuales disturbios en la industria del taxi.
Sin embargo, acotó, muchas de las dificultades actuales en el sector parten de que la actividad de vehículos de alquiler en Sudáfrica quedó sin regular desde la época del régimen del apartheid.
En consecuencia, agregó, la competencia de intereses económicos es muy intensa.
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