Como parte de la estrategia nacional para paliar los efectos de la guerra y el bloqueo, trabajadores y técnicos nacionales laboran día y noche para concluir la reconstrucción de dos de cuatro grupos generadores de la central termoeléctrica de Alepo.
Esta es la segunda más grande del país y destruida parcialmente por los terroristas, informó dicho Ministerio por medio de un comunicado.
Según la nota, esta instalación se reconstruye gracias a un contrato con una empresa iraní por un valor de casi 124 millones de euros y por un periodo de 23 meses, lo cual recuperará 400 megavatios de los mil 100 megavatios que generaba esta planta antes de la guerra.
Asimismo, las autoridades del sector anunciaron la ejecución de más del 50 por ciento del proyecto de construcción de la central eléctrica de Rasteen en la provincia costera de Latakia.
Se comenzó la instalación de los principales equipos y está previsto que la primera turbina funcione antes de finales de año, dijo Ali Darwish, supervisor del proyecto.
Aclaró que la planta se construye gracias a un contrato con la parte iraní por un valor de 410 millones de euros y generará 526 megavatios que podrían aumentar a mil 52 en caso de su ampliación futura.
Darwish precisó que un gasoducto de 60 kilómetros se construye desde la ciudad portuaria de Banias hasta el sitio de la instalación.
Según datos gubernamentales, cinco de las 11 centrales que disponía Siria antes de la guerra fueron destruidas por los terroristas.
Antes de 2011, el país generaba nueve mil megavatios y esa cantidad se redujo a tan solo 900 en 2015, y luego se logró aumentarla a dos mil 200 mientras se necesitan en la actualidad siete mil megavatios.
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