El desempeño de los cubanos en Tokio fue excepcional, exaltó José Cedeño Tamayo, alto directivo del Instituto Nacional de Deportes.
Durante su intervención en el programa televisivo Mesa Redonda, Cedeño destacó la disciplina, el respeto al contrario y el apego al espíritu olímpico de los atletas de la mayor de las Antillas y recalcó que se cumplió el objetivo de quedar entre los 20 primeros países en el medallero general.
Añadió, además, que esa brillante actuación se logró pese al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y en medio de la cruenta pandemia que azota al planeta, la cual obligó a rediseñar varias veces la preparación de los deportistas, en un escenario harto complejo.
En Tokio 2020, Cuba cerró su actuación en el puesto 14 por países, con balance de siete medallas de oro, tres de plata y cinco de bronce, para superar así las faenas de Beijing 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Los siete campeones fueron los boxeadores Roniel Iglesias, Julio César La Cruz, Andy Cruz y Arlen López; los luchadores del estilo greco Mijaín López y Luis Orta, además de la canoa biplaza -a mil metros- compuesta por Fernando Dayán Jorge y Serguey Torres.
Sin duda, el hito más grande de todos recayó en Mijaín López, quien alcanzó su cuarto título olímpico y se erigió como el máximo exponente de la historia de ese deporte, dejando atrás al mito ruso Alexandr Karelin.
Asimismo, las preseas de plata correspondieron al tirador Leurys Pupo, al saltador Juan Miguel Echevarría y a la judoca Idalys Ortiz, en tanto los metales de bronce fueron para el taekwondoka Rafael Alba, la discóbola Yaimé Pérez, el ‘librista’ Reinieri Salas, el pugilista Lázaro Álvarez y el saltamontes Maykel Massó.
Más adelante, en el programa Mesa Redonda, el periodista de Prensa Latina Yodeni Masó enfatizó en la necesidad de potenciar los deportes estratégicos de cara a competencias futuras, como Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe o los Olímpicos de París 2024.
También mencionó la importancia de ampliar la política de contratación de atletas cubanos en el exterior como vía para desarrollar e incentivar el deporte doméstico.
Masó criticó el mercantilismo y la globalización ligados al deporte a nivel mundial, e hizo hincapié en la necesidad de adaptarse a esa situación, con políticas de desarrollo en la base y de estimulación a jóvenes figuras.
Durante el programa, los panelistas resaltaron la eficiencia de la delegación cubana en Tokio 2020, pues con la tercera delegación más pequeña desde el triunfo de la Revolución en 1959, el país logró instalarse entre los primeros del medallero general, por delante de muchas naciones desarrolladas, dueñas de gigantescos presupuestos para el deporte.
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