El director del Centro, Alexander Guintsburg, dijo en una entrevista publicada este miércoles por el periódico Izvestia que los estudios pasarán por las tres etapas de ensayos clínicos y costarán alrededor de 400 millones de rublos (unos 5,4 millones de dólares).
Explicó que la vacuna nasal será el mismo segundo componente de Sputnik V, que podrá ser rociado en las fosas nasales a través de una jeringa especial con boquilla.
Según sus declaraciones, el científico espera que las autoridades de esta capital financien la investigación, ya que Moscú invirtió antes en ensayos de la vacuna infantil y en varios proyectos para monitorear la eficacia del inmunizante contra varias cepas, entre otros.
Señaló que la fórmula nasal del fármaco ruso constará de dos componentes. Aclaró además que el medicamento genera inmunidad local, por lo que su uso es recomendado a personas que presentan contraindicaciones a las inyecciones.
Este 11 de agosto, la vacuna Sputnik V cumplió un año desde que Rusia registrara su uso contra el coronavirus SARS-CoV-2, convirtiéndose en la primera a nivel mundial para el combate a la pandemia de Covid-19.
Desde entonces, el medicamento fue aprobado en 69 países y territorios, con una población total de más de tres mil 700 millones de personas, según el Fondo Ruso de Inversión Directa, a cargo de su comercialización.
El fármaco ocupa el segundo lugar internacional en cantidad de aprobaciones recibidas por parte de reguladores estatales.
La eficacia de Sputnik V es del 97,6 por ciento, según el análisis de los datos sobre la incidencia del coronavirus entre 3,8 millones de rusos vacunados con ambos componentes del fármaco.
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