Durante una reunión del gabinete para analizar la crisis sanitaria, el mandatario calificó de grave el escenario en islas antillanas como Martinica y Guadalupe, donde los niveles de contagio son muy elevados y los sistemas de salud colapsaron.
Tenemos ante nosotros una situación de emergencia, lo cual implica la solidaridad incondicional de la nación. Se trata de una demostración cruel de que la vacunación es el medio más eficaz contra el virus, señaló.
Según datos recientes del Ministerio de Salud, en esas dos islas apenas el 20 por ciento de la población está inmunizado, en tanto en Francia continental más del 55 por ciento de los ciudadanos recibió los fármacos contra la Covid-19.
El ministro francés de Ultramar, Sebastien Lecornu, informó que la tasa de incidencia de casos positivos supera los mil 700 por cada 100 mil habitantes en Guadalupe y los mil 100 en Martinica, lo cual denota la complejidad de dicho escenario.
El titular viajó a esos territorios junto a 300 profesionales de la salud para apoyar el enfrentamiento a la Covid-19.
De acuerdo con el Gobierno francés, la situación también es preocupante en otras regiones como Guayana y Polinesia.
Macron instó a extremar las medidas y extender el proceso de vacunación para intentar contener los rebrotes en esos lugares.
Por otra parte, confirmó la aplicación de una tercera dosis de los fármacos a los mayores de 80 años y personas vulnerables.
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (Insee) reveló que la pobreza extrema afecta a un millón 900 mil personas en Francia, un problema con fuerte presencia en los territorios de ultramar.
El fenómeno golpea a un 2,4 por ciento de la población, una proporción relativamente estable en la última década.
De acuerdo con el Insee, la pobreza extrema está presente sobre todo en Martinica, Guadalupe, Guayana Francesa, Réunion y Mayotte, este último con una de cada 10 personas en esa condición a nivel nacional.
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