Argentina en Fidel Castro, lleva por título el volumen, que cuenta con selección y prólogo del embajador cubano en este país, Pedro Pablo Prada, presentado por el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, al cumplirse este viernes el aniversario 95 del natalicio del Comandante en Jefe.
En el evento virtual, el director del centro, Juan Carlos Junio, resaltó el proyecto revolucionario cubano liderado por Fidel, que derrotó en 1959 a una dictadura sanguinaria de esas que los pueblos de nuestros continente estabamos acostumbrados a sufrir, dijo.
Junio consideró que la Revolución cubana fue, después de las luchas de independencia en el siglo XIX, el acontecimiento político e histórico de mayor trascendencia en la historia de América Latina.
No hay dudas, indicó, que Fidel es el símbolo máximo de esa Revolución cubana y americana, que influyó en nuestra formación como luchadores de la política.
‘Mucho de nosotros, que vivimos en una época de crisis del capitalismo, de decadencia moral, de ideales y paradigmas, tambien vivimos con orgullo la época de Fidel y la Revolución’, sostuvo.
Durante la exposición, la diputada nacional Ayelen Spósito, graduada de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), en Cuba, ahondó en todo lo que aprendió de esa isla, de la cual también se considera parte.
Mencionó grandes valores como la solidaridad y enfatizó en la capacidad de Fidel de pensar siempre en el bien común.
Por su parte, el destacado intelectual Atilio Borón destacó la mirada visionaria de Fidel cuando anticipó que no había condiciones para que nuestros países pagaran la deuda latinoamericana.
Fidel fue un estadista extraordinario que partió en dos la historia de América y lo hizo desde un pequeño país del Caribe, aseguró.
Asimismo, señaló cómo la Cuba agredida y bloqueada hace más de seis décadas tiene dos fármacos antiCovid-19 que la convierten en el único país del Tercer Mundo que pudo crear vacunas propias para combatir la pandemia. Eso también es Fidel, la proyección de lo que fue esta figura extraordinaria, significó.
Por último, el embajador cubano Pedro Pablo Prada destacó que el líder revolucionario ‘logró en ese afán perenne por aprender del pueblo, interpretarlo y reproducir sus sentimientos y anhelos, esculpirse a imagen y semenjanza del mismo pueblo y resumir toda su sabiduría y voluntad colectiva’.
A Fidel, remarcó, la historia lo absolvió mucho antes de irse a vivir en la memoria, vivió siempre al filo del combate, pupilo y maestro, ideas y acción juntas, compromisos y hechos, el primero en la tribuna y en la trinchera.
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