Sin obviar las medidas de restricción sanitaria, varias personas llegaron a los predios de la residencia del deportista, cuatro veces campeón del mundo para manifestarle su admiración y orgullo.
‘Siempre digo que solo en Cuba puedes ver tanta gente con este cariño inmenso cuando regresas, y es eso un privilegio de los deportistas de este país’, dijo en declaraciones a Prensa Latina.
Tras una clara demostración de maestría deportiva en el combate final frente al actual titular del mundo, el ruso Muslim Gadzhimagomedov, La Cruz se alzó con su segunda corona.
La actuación sirvió para completar la sexta medalla de oro de la delegación caribeña que logró archivar un total de siete, y escalar hasta el lugar 14 en la tabla general de medallas.
‘Ahora mismo me siento agradecido por tanta gente que cree y ama a Cuba y a su Revolución, que fuimos a representar dignamente’, sentenció el púgil titular de torneos domésticos en once ocasiones.
De los 69 cubanos que compitieron en los Juegos Olímpicos de Tokio, dos camagüeyanos lograron preseas; además de La Cruz, el saltador, Juan Miguel Echeverría, obtuvo la presea de plata para alzar su candidatura para la cita de París 2024.
Precisamente en la venidera justa de la capital francesa no se descarta la posibilidad de que Julio César La Cruz pueda igualar la hazaña de los boxeadores Teófilo Stevenson y Félix Savón, tres veces coronados bajo la bandera de los cinco aros.
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