‘Es lo más bajo que pueden caer y son el cáncer del mundo’ escribió en su cuenta de Twitter después de recibir el llamado de quien se identificó como ‘un empresario español’ con la promesa de hacerse cargo de la rehabilitación de la pequeña a cambio de que ‘contemos la verdad’, a la medida hostil.
Nazzari ripostó que ‘prefiero salir a pedir plata a la calle antes que vender mis convicciones’.
Madre e hija viajaron a La Habana el 24 de junio para un tratamiento en el Centro Internacional de Rehabilitación Neurológica (Ciren) costeado mediante una previa campaña de recogidas de aportes de uruguayos.
A su llegada allí recibieron un mensaje de bienvenida del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien posteriormente visitó a Aurora y se interesó por los avances de la atención especializada que le brindaban los galenos y el personal médico.
De vuelta a Uruguay hace poco más de una semana, Nazzari emprendió una segunda campaña para extender otra necesaria estancia en Ciren, a partir del 24 de octubre.
Pero esta vez, ese propósito chocó con indicios de que algunos grandes medios televisuales establecieron una tácita censura sobre el caso de Aurora y su posibilidad de retornar a la bloqueada isla del Caribe.
Entre las reacciones desatadas en redes se lee que ‘no hay límites a la miseria humana cuando se trata de hacer daño a Cuba’ o ‘sentí indignación al ver los sucios que son los enemigos de la Revolución Cubana’, o simplemente ‘vergüenza’.
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