De acuerdo con el director del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), José Ramón Cabañas, existe una maquinaria anticubana que tributa al Partido Republicano y genera mensajes para el público en la nación caribeña, hacia el interior de la comunidad cubanoamericana y para el elector norteamericano.
‘Sin embargo, debemos reiterar que la mayoría del pueblo de Estados Unidos no apoya este tipo de acciones contra Cuba, aunque las redes sociales parecen demostrar lo contrario’, señaló durante el programa televisivo Mesa Redonda.
El experto mencionó que en la década de 1980 el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989) creó la Fundación Nacional Cubano Americana, ‘una estructura que ayudó a crear a estos nuevos líderes de origen republicano en el sur de la Florida ‘.
Cabañas recordó el financiamiento de esta maquinaria a las campañas contra la isla y el trabajo de los lobbies anticubanos en el Congreso, una situación agudizada durante la extrema polarización social del país anglosajón tras la administración de Donald Trump (2017-2021).
‘El voto cubano es el cinco por ciento del voto en la Florida, lo cual nunca ha contribuido a cambiar las mayorías que votan por lo demócratas, pero se ha creado esta leyenda de que decide en las elecciones’, aseguró.
En opinión del director del CIPI, el actual mandatario Joe Biden no ha contado con un buen asesoramiento en este sentido y por ende, ha hecho una mala lectura sobre la dinámica de la Florida.
Por su parte, Jorge Legañoa, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba, comentó que en la actualidad existe una guerra asimétrica en la cual Estados Unidos ‘tiene cantidad de tecnología importante puesta en función de trastocar la realidad en la isla’.
‘Esta maquinaria de odio que la administración Trump logró materializar se dedica a bombardear a sus audiencias, en un supuesto periodismo que es muy fácil de hacer porque no tiene compromiso con la verdad’, puntualizó. Legañoa comentó que se dedican grandes cantidades de dinero a los medios de comunicación de la Florida, diseñados al público cubano, principalmente a los jóvenes.
‘Los influencers utilizan una pincelada de la vida de cualquier persona y los desprestigian, ya no solo se trata de un ataque a los políticos, también incluyen a otras figuras públicas’, acotó.
La analista Bárbara Betancourt opinó que la gran mayoría del pueblo norteamericano opta y defiende una relación respetuosa y de confianza entre ambos países.
‘Es una lástima que una potencia como Estados Unidos reduzca su acción hacia América Latina a lo que le dicen quienes quieren desmontar lo que existen en sus respectivos países’, puntualizó.
Los expertos abordaron además el recrudecimiento del bloqueo a Cuba en los últimos años, la imposición de más de 240 nuevas medidas coercitivas y las últimas sanciones del gobierno estadounidense contra funcionarios y entidades de la isla.
Asimismo, recordaron que esta campaña de odio forma parte del guion de golpe suave que la ultraconservadora extrema derecha de Estados Unidos impulsa contra la nación caribeña. De hecho, recientemente el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, denunció que Washington destina fondos millonarios para financiar a ONG que promueven campañas de desestabilización.
Cerca de 250 millones de dólares dedicaron las administraciones de esa potencia norteña en las últimas dos décadas para los programas contra Cuba de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Fundación Nacional para la Democracia.
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