Dicho órgano de la Unión Económica Euroasiática está integrado por los jefes de Gobierno de las naciones miembros y otorgó a la isla el estatus de observador desde diciembre último.
Entre sus funciones asegura la implementación y control del Tratado del organismo, los convenios internacionales dentro del bloque y las decisiones del Consejo Supremo.
Cuba participó por primera como observador el pasado 5 de febrero.
En mayo último, el presidente Miguel Díaz-Canel saludó los estrechos vínculos de amistad y cooperación que unen a La Habana con los países miembros al intervenir en la reunión del Consejo Económico Supremo Euroasiático.
El mandatario agradeció su apoyo en el proceso de adhesión y ratificó el interés por estrechar los nexos.
En especial, mencionó áreas de interés mutuo como el comercio, la energía, el transporte, el turismo, la industria sideromecánica, el sector agroindustria, la minería, la salud pública, la industria farmacéutica y la biotecnológica, además de la cultura y el deporte.
Cuba ha identificado prioridades del grupo económico con la estrategia de desarrollo socioeconómico establecida para enfrentar la crisis global provocada por la Covid-19, añadió.
En medio de esta difícil situación mundial, algunos países como la isla están sometidos adicionalmente a una agresión en forma de bloqueo y otras medidas de presión unilaterales que van en contra del derecho internacional y la carta de las Naciones Unidas, denunció.
Al respecto, el jefe de Estado reconoció la posición permanente de apoyo de las naciones de la Unión a la resolución ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba’, aprobada por Naciones Unidas en 28 ocasiones.
El Consejo es el órgano superior de la Unión, integrado por Rusia, Armenia, Belarús, Kazajstán y Kirguistán. Moldavia y Uzbekistán también participan con estatus de países observadores.
oda/ebr