Al encabezar la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, el jefe de Gobierno cubano instó a revisar la manera en que se realiza ese proceso en cada territorio para garantizar la comunicación oportuna a las personas, incluso cuando resulten negativas a la prueba.
Sobre ese aspecto, el ministro de Salud Pública José Ángel Portal explicó que la Delta que circula en la isla acorta el tiempo de desarrollo de la sintomatología a partir de la exposición al virus, por lo que es crucial comenzar temprano el tratamiento para evitar mayores riesgos de complicaciones.
La calidad en la toma de muestras; su traslado en tiempo; el procesamiento al día; y que después de manera inmediata le llegue a la población el resultado, son la garantía para resolver una insatisfacción que hoy tiene el pueblo, apuntó.
En la reunión, Marrero reiteró la necesidad de mantener al médico de la familia (base principal del sistema de Salud cubano) en su consultorio, y no emplearlo innecesariamente en otras tareas asociadas al enfrentamiento de la epidemia.
Sobre el proceso de vacunación que lleva adelante el país, se informó que al cierre del pasado 20 de agosto se habían aplicado en Cuba 78 mil 938 dosis y el 27,9 por ciento de la población tenía su esquema de vacunación completo.
El titular de Salud Pública acentuó la importancia de avanzar tanto como sea posible en esa tarea, y sobre todo en iniciar esquemas.
Mientras más rápido comencemos a aplicar primeras dosis, más rápido podemos concluir la inmunización de las personas allí donde se han dispuesto las vacunas, argumentó.
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