Durante el diálogo en esta capital, el mandatario aseguró que se trata de personas ‘que defienden desde lo espiritual el mejoramiento, y ese es un camino a cultivar para cosechar valores’.
Según un reporte de la televisión cubana, la reunión permitió debatir sobre los problemas que enfrenta el país y socializar las experiencias de trabajo.
Los presentes ratificaron su respaldo a la Revolución, así como la disposición de desarrollar acciones por la paz y la unidad.
Los representantes hablaron de la importancia de construir entre todos una sociedad mejor, más inclusiva y donde prevalezcan la solidaridad y el amor.
En este sentido, reafirmaron su vocación de servicio al pueblo a través de los diferentes proyectos que llevan a cabo para mejorar las vidas en las comunidades y ayudar a los más vulnerables.
Los participantes insistieron en la urgencia de incorporar en los distintos procesos a las nuevas generaciones con sus ideas frescas y renovadoras.
‘Las religiones en Cuba viven en paz, no tienen diferencias, son capaces de asimilar una cosmovisión muy amplia’, reconocieron.
Además, reiteraron el rechazo a cualquier manifestación de violencia e injerencia externa, en momentos en que la nación caribeña es diana de una guerra no convencional instigada y financiada desde Estados Unidos.
Esta reunión dio continuidad al ciclo de encuentros del presidente de la República con diferentes sectores de la sociedad, para analizar las principales dificultades y buscar soluciones de manera colectiva.
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