Según la Asociación de Restaurantes de El Salvador (ARES), desde que el coronavirus SARS-CoV-2 llegó al país en marzo de 2020, un 30 por ciento de los negocios cerraron, y los que siguen operan a la mitad de su capacidad.
El chef Leo Guzmán, presidente de ARES, explicó que la recuperación es lenta, pues al terminar el confinamiento obligatorio los locales tuvieron que abrir con menos mesas, y ello conllevó numerosos despidos.
‘En estos momentos no se está para tener a todo el personal activo, ya que solo se tiene el 50 por ciento de capacidad y el flujo de personas no es como antes’, declaró Guzmán a medios locales.
Este rubro representa el 2,83 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador, y genera unos 10 mil empleos en esta nación centroamericana.
Entre las iniciativas para reinventar el sector destaca el rediseño de los menús, para garantizar una comida de calidad sin que dispare su costo, algo difícil en un país que importa la mayoría de sus alimentos.
Además, muchos restaurantes se enfocaron en el servicio de entrega a domicilio mediante aplicaciones propias o plataformas de mensajería, o recurren al uso de códigos QR para presentar el menú y abaratar costos.
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