El genio que contribuyó al renacimiento cultural de la Grecia de posguerra, en opinión de los entendidos en la materia, nació en julio de 1925 en la isla de Quíos y quizás esa condición, sumada a su consecuente militancia política socialista, lo empujó a visitar Cuba y su naciente revolución en 1962.
Prensa Latina quiere rendir homenaje al popularísimo y comprometido autor mediante la reproducción de fragmentos de los relatos publicados sobre sus visitas y amistad con estos dos grandes hombres: Fidel Castro Ruz y Ernesto Che Guevara:
Conoció al líder histórico de la Revolución cubana en 1962, cuando llegó a La Habana como parlamentario de Izquierda Democrática Unida (EDA) junto con otro diputado de esa fuerza, Evanhegelos Sakellaris, ambos invitados del Gobierno Revolucionario.
Era la época en que toda la isla cantaba y bailaba al son de ‘Luna de miel’, una composición de Theodorakis que gozaba entonces de mucha popularidad. Se habían quedado una semana, cuando Theodorakis explicó que quería irse porque en ese momento estaba mal de salud y el clima húmedo de La Habana no era bueno para él.
Tiempo después contó que el Che Guevara le dijo: ‘No vas a ir a ningún lado. Tenemos montañas con aire puro. Mañana me voy a la Sierra Maestra y pasaré por el hotel a recogerte y llevarte conmigo’.
A pesar de las objeciones, el comandante se mantuvo inflexible. A la mañana pasaron a por ellos y estuvieron ‘una semana memorable con el Che Guevara’, dijo Theodorakis.
Tambien el músico se hizo amigo de Fidel Castro e intercambiaron numerosas cartas.
El 29 de julio de 1981, Theodorakis ofreció un concierto en La Habana, en el que presentó una de sus grandes obras, Canto General, basada en el poema de Pablo Neruda.
La obra fue interpretada por una orquesta cubana acompañada por los cantantes griegos Maria Farantouri y Giorgos Dalaras.
Fidel Castro apareció inesperadamente en el concierto de la Plaza de la Catedral de La Habana. El público vitoreó ‘áViva Fidel!’.
Al finalizar la presentación, el líder cubano abrazó a Theodorakis, alabó su trabajo y expresó:
‘La música es más difícil que la política, por eso hay más políticos que músicos’ Y prosiguió: ‘Y hay muchos menos artistas revolucionarios. Aunque los artistas quieran la revolución, hay muchos más políticos que no son revolucionarios. Pero ser un artista revolucionario es más significativo que ser un político’.
Durante toda su vida Mikis Theodorakis mantuvo su amor y amistad por Cuba, un sentimiento recíproco, como corroboró la embajadora cubana en Atenas, Zelmys María Domínguez Cortina, en una carta de condolencias a sus familiares y amigos.
‘Con profunda emoción- resaltó la diplomática- recordamos también sus palabras cuando falleció el Comandante en Jefe y Mikis escribiö: ‘Mi amado Fidel, Nos has dejado y es la primera vez que no estoy de acuerdo contigo. Atenas, 26.11.2016’.
Añadió que hombres como Theodorakis llevan en sí una luz inextinguible que brilla más allá de la muerte, con el sonido de su música y la gran trascendencia de su vida y obra.
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