Basta escuchar a Michele Curto, presidente de la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba; Sergio Bassoli, de Relaciones Internacionales de la Confederación General Italiana del Trabajo; y Ada Galano, presidenta de la Coordinación de Residentes Cubanos, para enorgullecerse.
Con un apasionamiento que revela su admiración por la Revolución cubana, los tres desgranaron vivencias y emociones desde su llegada a esta ciudad, donde rindieron homenaje, en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia, a los próceres de la independencia.
Idéntica empatía suscitaron entre los colectivos de los hospitales provinciales ‘Juan Bruno Zayas’ y ‘Saturnino Lora’, a los que acudieron para entregar la carga valiosa y patentizar el acompañamiento a los cubanos en un minuto difícil de sus vidas.
En el encuentro con estudiantes y profesores de la Universidad de Oriente, conocieron también del aporte de ellos en los centros de aislamiento establecidos en las instalaciones del campus, y de la batalla que libran en las redes sociales para defender el proyecto socialista.
A cada paso de los encuentros con los amigos europeos han emergido anécdotas de esos lazos humanos, que ayudan a entender la realidad, como es, por ejemplo, el vínculo de Curto con jóvenes científicos cubanos, talentosos y comprometidos con su país.
En las palabras de Galano, particularmente, asoman la adhesión a sus raíces, sustentadas en el origen independentista y rebelde de sus abuelos y padres, una huella incrustada en su alma que ni los años vividos en la ciudad de Milán, ni la distancia sostenida han hecho palidecer.
Ella, que desde aquellas latitudes apoya al Festival Internacional del Caribe, con sede aquí cada verano, conoce muy de cerca el valor de los cubanos que apuestan por su tierra desde la lejanía y se exponen con ello a ataques e incomprensiones.
En la compleja trama de las actuales circunstancias del archipiélago, ellos aquilatan gestos tan nobles y fraternos como el de trasladar de una a otra provincia los balones de oxígeno necesarios para paliar esa escasez y de compartir entre todos en medio de crudas carencias.
Al aludir a la frase Patria es Humanidad, leída en una valla enorme en la urbe, contraponían ese desprendimiento con el egoísmo que alienta el capitalismo en otros lares y entorpece, aún más, lidiar a nivel mundial con un desafío como el de la pandemia de la Covid-19.
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