La cantidad estimada por las autoridades, unos 33,3 millones de hectolitros, situaría la cosecha actual como la más baja de las últimas décadas ‘inferior incluso a las de 1991 y 2017, que también se vieron afectadas por fuertes heladas en primavera’, señaló el comunicado del ministerio.
En 2021, se espera que los rendimientos se aproximen a los de 1977, cuando la cosecha de vino se vio reducida por una destructiva helada y por las lluvias del verano.
En la primera quincena de abril, casi todas las zonas vitícolas francesas sufrieron varias noches consecutivas de fuertes heladas, mientras que las vides ya habían comenzado a brotar debido a un invierno suave.
Además, el clima húmedo del presente verano en buena parte de Francia favoreció el desarrollo de enfermedades (mildiu y oídio) que acentuaron las pérdidas.
Francia es el mayor exportador de vino a nivel mundial, y el segundo productor después de Italia.
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