En un mensaje publicado en Twitter, Rodríguez compartió los resultados de un estudio de la Academia de Ciencias, divulgado en esta jornada, que refuta la existencia de un supuesto síndrome de La Habana.
De acuerdo con el titular de Relaciones Exteriores, las investigaciones de científicos cubanos demuestran cuán injustas fueron las medidas de Estados Unidos contra su país que aún no han sido revertidas.
‘Se trata de un tema que prematuramente, y por razones de manipulación política, dejó de investigarse en ámbitos de la ciencia y la salud, y solo podrá esclarecerse con la transparencia y la cooperación en ambos campos’, agregó.
Las investigaciones concluyeron que las pruebas utilizadas para apoyar la matriz de un síndrome misterioso no son científicamente aceptables en ninguno de sus componentes.
El director general del Centro de Neurociencias de la nación caribeña, Mitchel Valdés-Sosa, aseguró que después de cinco años no hay una explicación al respecto.
El estudio reconoce que ninguna forma de energía conocida puede causar selectivamente daños cerebrales con una precisión similar a un haz de láser.
La denominación, insistió Valdés-Sosa, es absurda pues no existe un nuevo síndrome y tampoco puede ser vinculado solamente a la capital cubana.
‘Quienes emplean el término, en particular congresistas anticubanos, buscan lograr una asociación negativa y hacer daño a las relaciones entre los dos países’, dijo en conferencia de prensa.
Los incidentes de salud reportados por diplomáticos estadounidenses en 2017 sirvieron como pretexto para cerrar los servicios consulares en Cuba en 2018 y de esta manera dificultar los trámites migratorios y de reunificación familiar.
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