El otorgamiento de esa categoría fue aprobada por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, a través de la Gaceta Oficial No. 101 Ordinaria de 2021, y estará vigente por los próximos tres años, al término de los cuales se renueva si las empresas mantienen los requisitos e indicadores necesarios para dicha condición.
Durante este periodo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente d la nación caribeña debe mantener el control y evaluación permanente a la institución categorizada.
Cuba contaba hasta el pasado mes de abril con otras cuatro empresas de alta tecnología: el Centro Nacional de Biopreparados, institutción científico-industrial con más de 30 producciones de la biotecnología.
Se sumó el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, creador, entre otros productos, de la vacuna antiCovid-19, Abdala, primera de Cuba y América Latina con autorizo para uso en emergencia; así como el candidato, Mambisa, uno de los siete del mundo para administrar por vía nasal y contrarrestar la primera entrada del virus SARS-CoV-2, causante de la pandemia.
También cuentan con esa clasificación el Centro de Inmunología Molecular, que posee 42 objetos de invención y más de 800 artículos científicos.
Además de la Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Alcanzados, encargada de líneas de proyectos de innovación, algunos vinculados al comercio electrónico, la telefonía IP, y cartelería digital, educación a distancia; y proyectos de software para la administración, entre otros.
Al intervenir recientemente en el espacio radiotelevisado Mesa Redonda, el viceministro del Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, José Fidel Santana explicó que estas entidades trabajan basadas ‘en el eje de la ciencia, tecnología e innovación’.
Cualquier empresa puede transitar hacia esa condición siempre que cumpla una serie de requisitos, uno de los principales lograr el ciclo completo que va desde la innovación a la comercialización, señaló.
Se trata de desarrollar la ciencia aplicada con resultados tangibles para la economía, y parte de las ganancias deberán ser empleadas en la investigación. ‘No se trata de hacer ciencia por hacerla, hay que tener logros’, dijo Santana.
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