Previamente hubo algunos encuentros con la representación de la OMS en La Habana y la de Ginebra, pero luego de este jueves los expertos del organismo sanitario internacional comenzarán a evaluar la documentación entregada por la nación caribeña.
Estos detalles fueron informados recientemente por Rolando Pérez, director de Ciencia e Innovación del Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma).
Asimismo, el representante de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) en la mayor de las Antillas, José Moya, explicó que se establecerá un equipo de trabajo para revisar los resultados de los ensayos clínicos, procesos de producción y calidad de las tres vacunas cubanas.
Se trata de las primeras de América Latina y el Caribe: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, propuestas que recibieron la autorización para su uso de emergencia por parte de las autoridades regulatorias nacionales.
Abdala, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), demostró en sus ensayos clínicos un 92,28 de eficacia en cuanto a la capacidad para prevenir la enfermedad sintomática.
Por su parte el esquema heterólogo de dos dosis de Soberana 02 más una de refuerzo de su homóloga Soberana Plus, ambas del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), evidenciaron durante los ensayos clínicos un 91,2 por ciento de eficacia también para prevenir la enfermedad sintomática.
En varias ocasiones, la OPS ha reconocido los esfuerzos de Cuba en el desarrollo de estos productos antiCovid-19 propios y su importancia para la región.
La mayor de las Antillas desarrolla también otras dos propuestas antiCovid-19, Soberana 01 del IFV y Mambisa del CIGB, en diferentes fases de ensayos clínicos y con resultados alentadores hasta el momento, y la última de ellas es una de las siete del mundo previstas para la administración por vía nasal.
Especialistas en el tema aseguran que cada país tiene la autoridad para utilizar la vacuna que considere pertinente, aun cuando no esté reconocida por la OMS.
Las propuestas cubanas ya se utilizan en algunas naciones como parte de convenios bilaterales y la colaboración en el desarrollo de estudios clínicos, mientras en todo el territorio nacional avanza la inmunización con ellas.
Sin embargo, el reconocimiento por parte de la OMS facilitará la entrada de estos productos al mercado de otras naciones, luego de que sean cubiertas las necesidades del territorio nacional.
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