De acuerdo a estos datos, los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle registraron durante el pasado verano una afluencia de 10,8 millones de viajeros, lo que casi duplica el número relativo al mismo periodo de 2020 (5,8 millones), pero son menos de la mitad de los contabilizados el año anterior.
A pesar de la importante mejoría experimentada en el último ejercicio, el director general de ADP, Augustin de Romanet, estimó que aún se tardará tiempo en alcanzar los niveles de tráfico aéreo previos a la pandemia de Covid-19, a ‘medio plazo, es decir, entre 2025 y 2027’.
Aclaró que ‘las incertidumbres dificultan la previsión’, pues tanto los países asiáticos como Estados Unidos ‘están, por diferentes razones, prácticamente cerrados al tráfico internacional’, lo que perjudica en gran medida las posibilidades de mejoría para los aeropuertos de la capital francesa, dijo.
Estas circunstancias generan ‘considerables perjuicios económicos’ y el descenso del número de pasajeros, señaló Romanet, lo que provocará una caída del volumen de negocio de su grupo de ‘al menos un 50 por ciento de la facturación este año’, tras unas pérdidas del 80 por ciento en 2020.
El responsable también informó sobre la puesta en marcha de un importante plan de despidos, que prevé la salida de mil 150 empleados, 700 de los cuales no serán sustituidos.
mem/acm