Se trata de una conmemoración surgida hace más de tres mil años y tiene lugar el día 15 del octavo mes del calendario lunar, cuando el satélite natural de la Tierra está en su máximo esplendor.
Al ser feriado es sinónimo de viajes masivos en todo el país y muchos aprovechan para disfrutar en familia de una tradición, considerada la tercera más importante de la cultura nacional.
El Festival tiene un origen rodeado de míticas historias y una de ellas ubica su surgimiento durante la dinastía del emperador Yang (2356-2255 a.n.e) con sacrificios en altares a la luna llena.
Otras versiones lo asocian con la unión entre la diosa Chang´E y Hou Yi, un mortal que al verse separado de su amada preparó una mesa con incienso y su comida preferida para venerarla y así sentirse más cerca de ella.
Basada en esta última leyenda, en algunas partes del gigante asiático aun muchos esperan por esta fecha en aras de propiciar futuros casamientos en bailes donde se promueven los encuentros entre jóvenes.
De manera general, es usual compartir banquetes al aire libre con parientes y allegados mientras aprecian la Luna.
Otras costumbres de antaño son encender linternas rojas y lanzarlas al cielo, reverenciar a los ancestros con incienso, el desfile de las conocidas danzas del dragón e intercambiar obsequios.
Pero la pieza fundamental de la festividad es el pastel de luna, una torta dulce, generalmente redonda, con 10 centímetros de ancho y cinco de alto, y rellena con pasta de semilla de loto que puede además contener yemas de huevos de pato, nueces, sésamo o jamón, entre otros ingredientes.
El postre suele comerse en pequeñas porciones acompañado de té y simboliza la unidad familiar, la prosperidad y la perfección.
Por eso en este día, los familiares se reúnen para apreciar la brillante luna llena, comer el manjar en la noche, expresar fuertes deseos de amor hacia sus hogares y pensar en los parientes que viven lejos.
Dada la enorme extensión del país, cada provincia tiene su forma peculiar de hacer los pasteles, con diferente textura y sabor.
Las empresas alimenticias y los comercios se prepararon con varios días de antelación con el objetivo de satisfacer la alta demanda del postre.
El Festival del Medio Otoño es la fiesta tradicional más grande de esta nación, después del de la Primavera o Año Nuevo Lunar, el del Bote del Dragón y el de Limpieza de Tumbas.
Los cuatro son parte de la vasta riqueza cultural que China ha resguardado por más de cinco milenios.
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