Es un proyecto de desarrollo cultural integral para rescatar la artesanía por ser aspecto importante de la identidad cultural siria, dijo a Prensa Latina Adnan Tanbakji, secretario de la Asociación de Rescate y Protección del Patrimonio Popular en Siria.
Explicó que la Incubadora fue establecida en las instalaciones de la antigua fábrica de vidrio, abandonada desde hace 20 años, en el barrio de Dumar en las afueras de Damasco, e incluye espacios para 36 artesanías entre ellas el brocado, el Agbani, la seda, el mosaico, la orfebrería y la alfarería, entre otras.
El Centro se convirtió también en sede permanente de unos 38 Sheik Kar – el nombre antiguo que se da a los artesanos maestros con más experiencia en su profesión – y acoge a cursos para niños y jóvenes para transferir las habilidades y garantizar la continuidad de esas profesiones en las generaciones futuras, agregó Tanbekji.
Agregó que es un complejo educativo y está presentando gran demanda para aprender diversas artesanías para rescatarlas de la extinción y desarrollarlas a través del intercambio de experiencias.
Según el director ejecutivo de la Incubadora y ganador del Premio Nacional de Creatividad, Luay Shako, los objetivos van también más allá que preservar el patrimonio y se pretende contribuir a la seguridad social mediante la rehabilitación de la fuerza laboral.
Organizamos cursos de formación para familiares de mártires y heridos de la guerra y también para personas con necesidades especiales, aclaró.
Cada curso tiene una duración de cinco semanas y al término del mismo el egresado recibe un certificado del Sindicato General de Artesanos; además, se le ofrece oportunidad laboral e incluso apoyo para montar sus pequeños talleres, remarcó Shako.
Eyad Ibrahim, artesano especialista en la pintura sobre objetos de vidrios, dijo a Prensa Latina que heredó esa profesión de su padre quien la aprendió de su abuelo.
Esta profesión estaba a punto de desaparecer y se logró revivirla, pues refleja aspecto de la identidad siria, aclaró.
Reconoció que muchos artesanos y artistas abandonaron Siria por diferentes razones, pero él junto a otros, optaron por quedarse a pesar de las dificultades, y trabajar para conservar y recuperar el patrimonio para que Siria vuelva a tener su posición destacada en el campo de la cultura como antes de la guerra.
La Incubadora es sede también de numerosas ferias, exposiciones y actividades artesanales, la última fue la feria ‘Siria, historia y civilización’, en la que se mostraron artesanías rescatadas y otras renovadas y nuevas mediante la fusión de varias profesiones.
Uno de los objetivos de la guerra contra Siria es borrar su cultura e identidad y nuestro empeño está encaminado a conservar los nuestro e incluso ampliar e innovar nuestro patrimonio artesanal, afirman algunos artesanos participantes.
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