De acuerdo con la entidad sanitaria, esta estrategia pretende, además, reducir anualmente la mortalidad por esa causa en un 70 por ciento, pues cada año fallecen unas 250 mil personas por ese padecimiento.
‘En cualquier lugar donde se presente, la meningitis puede ser mortal y producir efectos debilitantes; ataca rápidamente y tiene graves consecuencias sanitarias, económicas, sociales, y causa brotes devastadores’, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Las prioridades de la iniciativa para hacer frente a dicha enfermedad son lograr una elevada cobertura de inmunización, elaborar nuevas vacunas asequibles y mejorar las estrategias de prevención y respuesta a los brotes.
También está enfocada en conseguir un diagnóstico rápido y un tratamiento óptimo de los pacientes, además de obtener datos fiables para dirigir las tareas de prevención y control.
La estrategia prevé potenciar las atenciones y el apoyo a los afectados, centrándose en el reconocimiento temprano y el tratamiento a las secuelas.
Otra de las actividades planteadas por la OMS es poder contar con compromisos que garanticen una gran concienciación sobre la meningitis, la responsabilidad de los planes nacionales y la defensa del derecho a los servicios de prevención.
La meningitis es mortal mayormente en niños y en jóvenes, además, produce discapacidad de larga duración como convulsiones, pérdida de audición y visión.
Aunque durante la última década la enfermedad apareció en todas las regiones del planeta, principalmente se sucedieron brotes significativos en el denominado ‘Cinturón de la Meningitis’ que abarca a 26 países del África subsahariana.
Aunque hay varias vacunas para tratar la enfermedad, como la meningocócica, la de Haemophilus influenzae tipo B y la neumocócica, aún existen comunidades sin acceso a esos inmunizantes y países que no las incluyen en sus programas nacionales.
Para hacer frente a esa situación, varios proyectos internacionales han sido gestados y recientemente Francia anunció el apoyo para Cuba con un fondo de contravalor por un monto de 45 millones de euros en la producción de vacunas contra la meningitis y la neumonía.
Dicho financiamiento que está destinado al Instituto Finlay de Vacunas de Cuba tendrá una duración de tres años y permitirá equipar y remodelar las plantas de producción de los inmunizantes.
Para la institución, al proporcionar estos fármacos de calidad a un costo asequible, distribuidas a través de la OMS y Unicef, este proyecto mejorará la cobertura de vacunación contra la meningitis y la neumonía.
Además, contribuirá a reducir las desigualdades entre países y poblaciones en cuanto al acceso a la salud y la inmunización.
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