El pasado 24 de septiembre La Habana y Matanzas (occidente) retomaron el curso de numerosas actividades que estuvieron en pausa debido a la Covid-19, y ciudadanos como Liliana Romero aprovecharon para realizar trámites postergados.
‘En diciembre encontré la casa que estaba buscando, pero por el cierre de la notaría no había podido legalizar la compra de la vivienda’, comentó a Prensa Latina y afirmó que para ella la medida ha sido positiva.
Un poco más alejada, María Blanco, quien reside en las cercanías de esas oficinas, reconoció que el país avanza en la vacunación de la población, pero tiene temores de un retroceso en el control de la epidemia, motivado por la cantidad de personas que se aglomeran en los alrededores de esos locales.
‘No siempre se cumple el distanciamiento físico y me preocupa que la ligera mejoría que vemos todos los días se convierta en una ilusión’, confesó.
Sostener las actividades con calidad, satisfacer las necesidades de la ciudadanía que demanda un regreso paulatino a la normalidad y hacerlo sin que ello represente un agravamiento de la situación sanitaria, forman parte de los desafíos que tiene por delante la nación caribeña.
Su principal carta de triunfo en ese empeño es la vacunación masiva, que con la aplicación de más de 200 mil dosis diarias convirtió a Cuba la víspera en el primer país de América Latina en alcanzar, con al menos una primera inoculación, al 80 por ciento de su población.
Según informó este martes en el programa televisivo Mesa Redonda la directora de Ciencia e Innovación del Ministerio de Salud Pública, Ileana Morales, ya el 44,9 por ciento de los cubanos completaron el esquema de inmunización con los fármacos de producción nacional Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.
La isla antillana también marca el ritmo en cuanto a la vacunación de los convalecientes y la población pediátrica mayor de dos años, como único país con una estrategia masiva para alcanzar a esos sectores.
Tales progresos y la disminución de los casos diarios de la enfermedad en algunos territorios como la capital, determinaron la flexibilización de las disposiciones, de manera que reanudaron sus actividades registros civiles, notarías, restaurantes y bares, entre otros.
‘Fue un fin de semana animado’, contó a Prensa Latina Bárbara Lanz, directora de la unidad empresarial de base restaurante El Cochinito, una de las 543 instalaciones que en esta ciudad volvieron a abrir sus puertas para recibir al público.
Ubicado en la barriada habanera del Vedado, el centro resistió el periodo de cierre vendiendo comida para llevar, algo que mantienen a pesar del retorno de los clientes y la actividad en su salón principal y la parrillada, locales abiertos y donde las mesas cumplen con la distancia establecida de dos metros.
Sábado y domingo el restaurante estuvo lleno, dijo Lanz, quien sostuvo que los trabajadores están muy motivados, pues sus salarios también mejoran con el incremento de los servicios.
Similares opiniones encontró Prensa Latina en la pizzería Buona Sera y el centro gastronómico Siete Mares, donde la atención mediante el sistema de reservaciones parece evitar las concentraciones de personas a la espera de acceder a las instalaciones.
Sin embargo, como comentó Iraelio Perdomo, visitante de este último sitio, mantener la calidad de la oferta y las medidas higiénico-sanitarias es el reto para quienes deben asegurar que no haya un retroceso.
‘Estoy feliz de volver aquí después de todo este tiempo de aislamiento, pero debemos evitar que esta alegría se convierta en un problema después’, significó.
Cuba reportó este miércoles cinco mil 617 nuevos casos de Covid-19, 392 menos que en la jornada anterior, y 48 fallecidos, número más bajo en dos meses.
Las cifras revelan un comportamiento de la Covid-19 con tendencia al control, el cual debe continuar en las próximas semanas, según expertos, pero dependerá de cómo desempeñen su papel todos los actores involucrados.
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