De acuerdo a este informe, la pandemia afectó de manera grave a un sector muy dinámico a nivel laboral y que entre 2018 y 2019 creció a un ritmo de 50 mil nuevos puestos de trabajo anuales, pero que debido al cierre de negocios durante meses ahora se encuentra en una situación financiera catastrófica.
Así, el número total de asalariados se redujo durante la crisis, pasando de un millón 309 mil empleos en febrero de 2020, a un millón 72 mil un año después, lo que supone un descenso del 18,1 por ciento en esos doce meses.
El documento consideró que después de febrero de 2021, otras 50 mil personas podrían haber dejado su trabajo en el sector de la hostelería, incorporándose a otro campo más seguro y estable, pues bares, hoteles y restaurantes no reabrieron sus puertas hasta finales del mes de mayo.
Otro aspecto importante señalado en el informe es la dificultad para la contratación, pues a punto de comenzar la temporada de verano, a finales de junio, ‘3 de cada 10 empleados trabajaban en empresas que declaraban falta de personal y 1 de cada 10 en empresas que atribuían esta situación a la salida imprevista de empleados colocados en actividad parcial’.
Dimisiones y despidos también alcanzaron un nivel elevado a principios del verano, lo que acentuó las dificultades de los empresarios, y ello a pesar de la recuperación y del gran número de demandantes de empleo en Francia.
En este sentido, si bien los empresarios consideran que hay una escasez de trabajadores de entre 100 y 150 mil, el propio gobierno consideró que ello se puede deber a los bajos salarios que se ofrecen y a las largas y difíciles jornadas laborales que conllevan estos puestos de trabajo.
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