En ese sentido, se dan a conocer elementos sobre las oscilaciones del mar, los levantamientos más recientes y las zonas más afectadas, precisa la revista Marine Geology.
Las secuencias emergidas de arrecifes de coral y terrazas marinas del archipiélago cubano fueron reconocidas desde finales del siglo XIX, pero sus bioconstrucciones no están fechadas.
Puntualiza la fuente, que las islas del norte del Caribe y los archipiélagos asociados se encuentran en un entorno tectónico de deslizamiento lateral izquierdo, en el límite entre las placas de América del Norte y el Caribe.
Cuba –aseguran los investigadores- es la única masa terrestre ubicada en la Placa Americana directamente adyacente a esta zona de falla transformante.
De ahí la importancia de cuantificar el levantamiento costero del Pleistoceno superior.
Tal acción -según los expertos- es clave para dilucidar la reciente deformación vertical del rompecabezas geodinámico del Caribe con respecto a la segmentación tectónica activa.
La investigación arrojó que el archipiélago cubano exhibe cinco tramos costeros elevados separados por áreas de hundimiento, con al menos 23 secuencias de escalinatas emergidas de terrazas costeras.
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