El 5 de octubre el líder de la Revolución dio luz verde al sueño de contar con especialistas y tecnología sobre este campo, inexistente hasta ese entonces en la mayor de las Antillas.
Entre las instituciones que se sumaron a las felicitaciones en las redes sociales están el Instituto Finlay de Vacunas y Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéuticas (BioCubaFarma).
Cenpalab es un centro de referencia en Cuba, donde, además de la producción de animales de laboratorio para todas las instituciones científicas de la isla, se investiga, cultivan plantas proteicas, produce alimentos y diseñan dietas para diversas especies.
También se desarrollan bioproductos, kits de diagnóstico y vacunas de uso veterinario; se ofrecen servicios de toxicología (experimental y regulatoria) y se realiza la preclínica de vacunas, a lo que se une el desarrollo e implementación de soluciones automáticas para la agricultura de precisión.
En total, en Cenpalab se mantienen 16 especies de animales en condiciones convencionales, de granja, y 22 de gnotobióticos (libres de patógenos específicos y empleados en investigaciones específicas o como banco genético), según el sitio Cubadebate.
La colonia de monos sirvió de mucho al llegar la pandemia de Covid-19 para desarrollar las vacunas, pues estas tienen tienen un escalado, la escala zoológica.
En Cenpalab está la única cría industrial de conejo en Cuba, con más de tres mil reproductores de conejo blanco.
En 1982 Fidel orientó crear este centro, porque previó que, si Cuba no era fuerte en animales de laboratorio, no podría desarrollar la industria biotecnológica.
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