Según el sitio web Red Cubana de la Ciencia, las mayores cantidades de esas sustancias se localizan entre cinco a siete kilómetros de altura, ubicación que descarta algún riesgo en superficie, aunque la población debe adoptar medidas para protegerse.
La publicación advirtió a las personas alérgicas y con enfermedades respiratorias adoptar acciones preventivas, porque son más vulnerables a ese fenómeno. ‘No hay por qué alarmarse, solo protegerse’, concluyó.
Varios modelos de pronósticos del Departamento de Radiación Solar y Óptica Atmosférica del Centro Meteorológico Provincial de Camagüey alertaron la víspera sobre la llegada de esa nube mezclada con SO2 al oriente cubano y su extensión este martes a todo el territorio nacional.
Datos del Servicio de Monitoreo Atmosférico del Programa Copernicus de la Unión Europea revelaron que las mayores concentraciones de ese gas incoloro se registrarán a partir del nivel de 850 hecto Pascal (mil 500 metros sobre el nivel del mar).
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