La fecha rememora el estallido en pleno vuelo de una nave de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo tras un atentado con explosivos orquestado en 1976 por los connotados terroristas Luis Posada Carriles (1928-2018) y Orlando Bosch (1926-2011), al servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
El hecho, conocido como el Crimen de Barbados, segó la vida de los 24 integrantes del equipo juvenil de esgrima, quienes regresaban a su país tras competir exitosamente en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte, efectuado en Venezuela. En total murieron 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos.
Ese atentado provocó el repudio internacional, y especialmente en Cuba, donde millones de personas se unieron en el dolor multiplicado, con un enérgico y viril reclamo de justicia.
Sin embargo, no fue ese el único acto de terrorismo de Estado sufrido por esta nación antillana, víctima de esas acciones fraguadas desde Estados Unidos a lo largo de décadas.
De acuerdo con el documento Demanda del pueblo cubano al gobierno estadounidense por daños económicos, las operaciones encubiertas de Washington comenzaron en 1959, y desde entonces se organizaron, ejecutaron, y financiaron miles de actos de sabotaje.
Estos incluyen agresiones económicas, militares, biológicas, psicológicas, diplomáticas, mediáticas y de espionaje e intentos de asesinato a líderes, a las que se suma el recrudecimiento sistemático del sexagenario bloqueo de ese país, aún en medio de la pandemia de la Covid-19, lo que refuerza su carácter genocida.
Entre algunos ejemplos de esa política se encuentran el incendio provocado de la tienda El Encanto, el 13 de abril de 1961, en el que perdió la vida Fe del Valle; y la explosión de una bomba en el Hotel Copacabana, donde murió el joven turista italiano Fabio Di Celmo.
En los albores de la Revolución, se produjo el sabotaje al vapor francés La Coubre, que dejó 101 fallecidos, entre ellos seis marinos del país galo, así como 400 personas lesionadas o incapacitadas de por vida.
De acuerdo con reportes de prensa, al menos tres mil 478 personas murieron y dos mil 99 quedaron afectados como consecuencia de los planes violentos de Washington contra la isla.
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