Según el dirigente de la derecha tradicional y miembro del partido Los Republicanos, no está de acuerdo con darle ‘un cheque en blanco’ al ejecutivo, esgrimiendo que una prolongación excesiva del documento que contiene la prueba de la vacunación contra el coronavirus SARS-CoV-2 representa un atentado a las libertades individuales y colectivas.
Algo así no puede hacerse sin el control del Parlamento en una democracia parlamentaria, por tanto, habría que tener un nuevo debate sobre el tema en febrero, subrayó en declaraciones a la cadena Franceinfo.
Larcher reaccionó en respuesta a la discusión mañana en el Consejo de Ministros de un proyecto de ley impulsado por el gobierno para extender hasta el verano de 2022 la opción de utilizar el pase sanitario.
El ejecutivo justifica su medida con el riesgo aún latente de que la pandemia de la Covid-19 rebrote y en la necesidad de prever herramientas para lidiar con ese eventual escenario.
En los últimos meses, cientos de miles de franceses han protestado contra el pase sanitario, un movimiento que perdió fuerza el mes pasado.
La prueba de vacunación completa recogida en el pase, que puede presentarse impreso o en una aplicación telefónica, es exigida para acceder a sitios con más de 50 personas, así como a hospitales –salvo los servicios de urgencia-, restaurantes y bares; y en su defecto, los interesados deben mostrar un test de PCR negativo a la Covid-19.
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