El doctor Enrique Arango, subdirector del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, informó que recibió mantenimiento el enclave del IGS (Sistema Internacional de Servicios Geodésicos) que desde el 2000 mide el movimiento absoluto de la placa de Norteamérica en relación con el centro de la tierra.
Entre los resultados de estas indagaciones para saber acerca de la litosfera de Cuba oriental, el experto mencionó los desplazamientos horizontales, relativos y absolutos, así como los verticales, a partir de los cuales se puede calcular con mayor precisión el impacto del ascenso del nivel del mar.
Enfatizó en que esos últimos datos son de notable importancia para esa potencial huella negativa en las costas de esta región, uno de pilares en que se basa la Tarea Vida, estrategia del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático.
Agregó como saldos positivos de estas búsquedas los elementos acerca del desplazamiento a raíz del terremoto del 14 de agosto último en Haití y de las tensiones acumuladas que pueden desencadenar un terremoto fuerte.
Estas mediciones permitirán validar o invalidar el ascenso de la costa sur y noreste de esta región como resultados de procesos tectónicos compresivos (fallas inversas) determinados a partir de datos sismológicos y geológicos, apuntó Arango.
Indicó que esos datos, recogidos durante varios días, serán procesados conjuntamente con otros registrados por estaciones dentro y fuera de Cuba, lo cual reviste particular importancia para los estudios sismológicos.
El científico puntualizó que este empeño forma parte del proyecto PREST, financiado por el programa INTERREG CARAIBE, de la Unión Europea, en colaboración con los laboratorios Géoazur y GET, de la Universidad Cote dAzur, de Niza, y Toulouse, en Francia, respectivamente.
Indicó también que la mayoría de las otras estaciones de posicionamiento global satelital (GPS) continuas utilizadas son parte del proyecto COCONet, ahora incorporado a la Red de las Américas.
mem/mca/gdc