Así lo confirmó a la Agencia Cubana de Noticias la vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas, Yamila González, quien ratificó la voluntad del país de aplicar
las convenciones internacionales sobre el tema.
La especialista mencionó que en aras de fortalecer la protección a este grupo, el anteproyecto propone elevar la edad excepcional para el matrimonio de 14 (vigente actualmente) a 16 años, y solo el tribunal puede autorizarlo bajo situaciones muy especiales.
En opinión de González, esto se relaciona con el reclamo mundial de la prohibición del matrimonio en menores de edad, lo cual está avalado en una serie de estudios psicológicos, sociales y demográficos.
Según la doctora en Ciencias Jurídicas, las investigaciones demuestran que los matrimonios y uniones en esas edades, principalmente en las niñas, provocan la deserción escolar, y a menudo se realizan con personas mucho mayores, lo cual suele derivar en desigualdad y embarazos en la adolescencia.
Explicó que ese fenómeno también está vinculado con un corte abrupto del desarrollo biopsicoemocional de las menores, quienes se distancian del cuidado parental y asumen una independencia para la cual aún no están preparadas.
Por otro lado, la experta enfatizó que el nuevo Código potencia la participación de las niñas, niños y adolescentes en las relaciones familiares, el derecho de ser escuchados, vivir en ambientes libres de violencia, disfrutar de la corresponsabilidad parental y estar protegidos frente a todos los espacios violentos.
González comentó que en la propuesta de normativa se prioriza, ante cualquier conflicto, el interés superior de los menores implicados, para lo cual se fortalecen las instituciones de guardia y protección.
De acuerdo con la especialista, el documento acoge en toda su magnitud los contenidos de las convenciones internacionales y aborda cuestiones ampliamente investigadas y promovidas en el ámbito mundial, que Cuba defiende en pos de los derechos humanos.
Esta semana concluyen las consultas especializadas con 47 instituciones del país sobre la versión 22 del anteproyecto del Código de las Familias.
Entre los últimos intercambios destaca el diálogo del ministro de Justicia, Oscar Silveira, con representantes de diversas religiones y asociaciones fraternales.
Las consideraciones y valoraciones técnicas recogidas en la consulta serán tenidas en cuenta por quienes trabajan en la elaboración de la norma, y se incorporarán a otra versión del documento.
El nuevo texto será entregado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) para su análisis y posterior referendo popular.
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