Atrasado varios meses por el impacto de la pandemia de la Covid-19, el certamen anual se desarrollará como es tradicional el fin de semana en la sala Accor Arena de esta capital, esta vez bajo importantes medidas sanitarias, que incluyen una burbuja para atletas, entrenadores y periodistas y la presentación de la prueba de vacunación o un test PCR negativo para el acceso del público.
En la competencia masculina pelearán 165 judocas, en las divisiones de 60, 66, 73, 81, 90, 100 y más de 100 kilogramos, mientras entre las féminas lidiarán 118, en las categorías de 48, 52, 57, 63, 70, 78 y más de 78.
Como era de esperar ante las limitaciones sanitarias, Europa será el continente más representando, con 180 atletas de 23 naciones, y Oceanía el de menor presencia, con apenas un judoca neozelandés.
Por América solo estarán deportistas de Brasil (10), Canadá (ocho), Colombia (uno) y Estados Unidos (10).
Este sábado los hombres competirán en 60, 66 y 73 kilogramos y las mujeres en 48, 52, 57 y 63, quedando para mañana el resto de las divisiones en ambos sexos.
La reciente celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio explica que varios judocas de nivel decidieran no acudir al prestigioso Grand Slam de París, a los que se suman ausencias relacionadas con limitaciones de viaje por la Covid-19.
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