En ocasión del Día Mundial de la Alimentación, la misión de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la nación caribeña también invitó a la población a asumir la fecha como una oportunidad para aunar acciones por una mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor.
El titular de esa agencia en el país, Marcelo Resende, destacó que, como el resto del mundo, la mayor de las Antillas atraviesa momentos complejos por la pandemia de la Covid-19 y su consecuente impacto en las cadenas de valor de los alimentos, pese a lo cual lidera un proceso de cambios en el sector agroalimentario.
Cuba tiene en marcha un amplio número de políticas para garantizar la seguridad alimentaria de la población, entre ellas el Plan y la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SSAN) uno de sus mayores desafíos, como un paso importante en cumplimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Aprobado el 22 de julio del pasado año por el Consejo de Ministros, el Plan pretende disminuir la dependencia de las importaciones de alimentos e insumos, eliminar las pérdidas y desperdicios, consolidar los sistemas alimentarios locales, y movilizar las estrategias educacionales para fortalecer la formación en estas temáticas.
Por su parte, la Ley SSAN fortalecerá el derecho a una alimentación sana y adecuada de la población cubana, reconocido en los artículos 77 y 78 de la Constitución de la República, como una evidencia de la voluntad política del Estado para promover y hacer efectiva esa atribución.
Tales acciones están a tono con el esfuerzo de la FAO a nivel global para acompañar a los países en la transformación de sus sistemas agroalimentarios, y apuestan por la promoción de la descentralización, la gestión y el desarrollo local, así como acercar la agricultura al conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación.
En cooperación con la Unión Europea, los programas y los Fondos Verde para el Clima y para el Medio Ambiente Mundial, la FAO trabaja en Cuba con múltiples contrapartes, y en el año 2021 sumó 52 millones de dólares movilizados para tales fines.
Dicha cuantía servirá para la introducción de nuevos módulos agroforestales en 35 mil hectáreas de tierras invadidas por marabú, lo cual permitirá elevar la productividad y sostenibilidad de los ecosistemas agrícolas.
rgh/crc