Biden volvió a retrasar la publicación de miles de secretos gubernamentales que podrían arrojar luz sobre el hecho ocurrido en Dallas Texas, el 22 de noviembre de 1963.
‘El aplazamiento temporal es necesario para proteger la defensa militar, las operaciones de inteligencia, la aplicación de la ley o la conducción de las relaciones exteriores de tal gravedad que supera el interés público de la divulgación inmediata’, escribió Biden en un memorando presidencial a última hora del viernes.
Ya está cerca el 58 aniversario del magnicidio que estremeció al mundo y traumatizó a millones de estadounidenses pero al parecer hay muchas implicaciones para que la verdad salga a la luz, según expertos.
La decisión, que sigue a un retraso ordenado por el presidente Donald Trump en 2017, significa que los académicos y el público tendrán que esperar aún más tiempo para ver lo que queda enterrado en los archivos del gobierno sobre uno de los mayores misterios políticos del siglo XX, indicó la publicación.
Un comité especial de la Cámara de Representantes concluyó en 1978, ‘sobre la base de las pruebas disponibles, que el presidente John F. Kennedy fue probablemente asesinado como resultado de una conspiración’, y muchos se sienten engañados cuando se afirmó que el autor del magnicidio fue Lee Harvey Oswald.
Este magnicidio y los esfuerzos fallidos de la CIA por matar al líder cubano Fidel Castro con la ayuda de la mafia y grupos extremista de Florida son parte importante de los secretos más censurados en Estados Unidos, afirman hoy expertos.
Gran parte de lo que aún no se divulgó implica actividades de inteligencia durante el apogeo de la Guerra Fría que probablemente no tuvieron relación directa con el complot para matar a Kennedy, pero que podrían arrojar luz sobre las operaciones encubiertas, indicó Politico.
Un archivo fuertemente censurado involucra un complot de la CIA para matar a Castro. Otro es un plan del Pentágono de 1963 para una ‘provocación diseñada’ que podría atribuirse a Castro como pretexto para derrocarlo. También hay un historial de la oficina de la CIA en Miami, que organizó una campaña de propaganda contra Cuba, indicó la pblicación en internet.
Pero eso significa, precisó, que la CIA y otras agencias aún pueden convencer a Biden de que retrase aún más la publicación de algunos documentos
Cuando el presidente Biden aceptó publicar los registros del 11-S, dijo que 20 años eran suficientes. ¿Qué tal 58 años?, preguntó el diario en referencia al cerrojo sobre el magnicidio.
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