Ante los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), el también titular de Economía y Planificación explicó que más de 300 millones de dólares captados en las ventas en divisas en la red comercial de la nación, fueron reinvertidos para la venta de productos esenciales en moneda nacional.
‘Si no hubiésemos introducido esa medida el escenario fuera más complejo’, subrayó Gil en alusión a las críticas que recibe la decisión de expender productos en monedas libremente convertibles (MLC), y agregó que esa disposición permitió comprar alimentos y medicamentos.
Al cierre de septiembre la circulación mercantil de bienes y servicios mostraba un déficit de ofertas de 16 mil 500 millones de pesos (alrededor de 687 millones de dólares), lo cual se traduce en carencia de productos en la red minorista, particularmente en las ventas en pesos cubanos.
Esto impacta en los procesos inflacionarios, detalló el ministro, quien se refirió a las 35 medidas que el Gobierno cubano adoptó en el transcurso del año para incrementar la oferta.
Ese es el camino para resolver este asunto, remarcó el vice primer ministro, que añadió el aumento de la producción, la búsqueda de la eficiencia y la diversificación de la economía.
No obstante, llamó a enfrentarlo además con la participación del pueblo, que tiene mucho que aportar en la lucha contra las conductas de acaparamiento y especulación.
En materia de eficiencia, sin embargo, advirtió que aunque el sistema empresarial estatal, columna vertebral de la economía cubana, logró hasta finales de septiembre ventas netas del 105,9 por ciento respecto al plan y mil 368 entidades obtienen ganancias; alrededor de 500, en el entorno del 30 por ciento, tuvieron pérdidas.
Si bien algunas fueron planificadas durante el proceso de ordenamiento económico y otras se han visto impactadas por la falta de recursos y materias primas, también persiste la ineficiencia, como revela que 762 empresas incumplan la productividad.
Gil resaltó que, a pesar del panorama adverso, la nación caribeña creó casi 200 mil empleos, el 48 por ciento de ellos en el sector no estatal.
Asimismo, se aseguró la protección salarial de 116 mil trabajadores que continuaban sin poder incorporarse al trabajo debido a la Covid-19.
El país también priorizó la generación de electricidad y el suministro del servicio a la población, acotó, y precisó que aunque la producción nacional de crudo y gas supera lo planificado, con dos millones 418 toneladas, las roturas de las termoeléctricas que usan ese combustible, ha conllevado a un mayor gasto de dinero para la compra de diésel.
mem/kmg